
Un desayuno que nos acerca a los antiguos y nuevos moradores de la ciudad. En una pequeña terraza donde se inicia el Albayzín, unos árabes regentan un pequeño bar donde sirven té moruno, tostadas especiadas y zumo de naranja. Desayuno completo con aires nazaríes, que nos ayudan a sumergirnos un poco más en la cultura que envuelve este pequeño caramelo de ciudad. Después haremos un recorrido no demasiado largo para visitar otra de las bellezas de esta región, que combina montaña y playa.
Las playas granadinas son diferentes a lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en una playa. Tu primera imagen será un lugar con arena blanca o amarilla, con aguas claras y apacibles. Sí, de esto último hay, pero no encontraremos por ningún lugar la arena suave y a veces pegajosa. Piedras o cantos rodados encontraremos en estas, que aún así no pierden su encanto.
Pero lo más interesante de la jornada no es llegar al destino, sino el camino que recorreremos hasta llegar. Partiendo de lo que se llama la Silla del moro, o el
Suspiro del moro (llamado así porque dicen que es desde donde Boabdil echó un último vistazo a su amada ciudad, y su madre le dijo aquello de "llora como una mujer lo que no supiste conservar como un hombre", menos mal que los tiempos han cambiado), baja una carretera, llamada de la Cabra.

Merece la pena parar en algunos de los lugares que nos permita el camino para hacer algunas fotos de las vistas que esta carretera nos ofrece, para llegar poco a poco hasta la playa. Así, suavemente y sin prisa, llegaremos hasta la playa de la Joya, donde tendremos que dejar los vehículos en una zona apartada, ya que todo el recorrido hasta ella no se puede hacer montados en ellos. Bajaremos andando hasta la playa, pero tampoco hay prisa en llegar hasta ella, durante la bajada podremos observar algunas cabras salvajes y flora típica mediterránea.
Al llegar podremos disfrutar de una de las playas nudistas más bellas de la zona, donde nos esperaran unas sombrillas y algo fresco para aguantar el calor durante el mediodía. La comida será servida también allí, a base de gazpacho andaluz y fruta fresca.
Llegada la tarde, volveremos a los vehículos para acercarnos a
Vélez de Benaudalla, pueblo que conserva uno de los jardines nazaríes más bellos que existen. Disfrutaréis mucho fotografiando las fuentes, jazminesy otras flores exquisitas que lo habitan.
Y para acabar el día, la cena se servirá en el Parador donde estamos hospedados, ya que viene de paso para la actividad de la noche, un espectáculo que todos los años por estas fechas se realiza en la Alhambra, de gran belleza, que combina música flamenca, poesía, danza, y la belleza de un entorno como la Alhambra. El espectáculo se llama
Cante Jondo, y está basado en poemas del poeta granadino más universal, Federico García Lorca, acompañados de música y baile flamenco. ¡Será una noche inolvidable!